El cocodrilo cubano (Crocodylus rhombifer) cuyos antepasados se enfrentaban a los dinosaurios dominando las zonas pantanosas del Caribe, hoy en día encuentra que su propia supervivencia peligra, ya que están en peligro crítico.
El problema radica en que su población ha disminuido en un 80 % en las últimas tres generaciones debido a la pérdida de calidad de su hábitat, a la explotación y a los efectos de la hibridación.
La única población viable estimada se conoce gracias a un estudio de Ramos et al. (1996). Este estudio está realizado en la Ciénaga de Zapata e indica entre 3000 y 3500 cocodrilos. En la Ciénaga de Lanier no ha sido evaluada la población, pero se "intuye" que es mucho más pequeña que la anterior.
CARACTERÍSTICAS:
El cocodrilo cubano pertenece a un grupo de reptiles cuya existencia sobre nuestro planeta se remonta a más de 70 millones de años, lo que los hace contemporáneos con los dinosaurios.
Como todos los reptiles, los cocodrilos son animales de sangre fría, piel cubierta de escamas, ponen huevos y respiran con pulmones. Otras de sus características es que son carnívoros, crecen durante toda su vida y pueden llegar a vivir tantos años como las personas
Es uno de los cocodrilos más pequeños con una media entre 2,5 y 3 metros y medio de largo, aunque se han registrado cocodrilos de hasta 5 metros.
Su cabeza es pequeña y ancha; dos huesos llamados temporales o tarritos sobresalen por encima y detrás de los ojos, lo que le da a la cabeza el aspecto de una gruesa cuña. Las escamas del dorso y sus patas son duras, aquilladas y muy robustas, como las de un animal acostumbrado a andar largas distancias, capaz de galopar tan rápido como un caballo, aunque por un corto tramo, y de dar grandes saltos desde el agua o desde la tierra, para alcanzar presas tales como una jutía o un ave posada en la rama baja de un arbusto. Por todo ello, se dice que el cocodrilo cubano es ´el atleta de los cocrodrilos.
De entre los cocodrilos son los más terrestres, gracias a sus fuertes patas que les permiten moverse bien en la tierra y a que pueden saltar
La piel de este singular animal presenta tonos amarillos jaspeada con puntos negros, que le ha dado el nombre de cocodrilo nacarado. Los jóvenes tienen el color de los ojos gris que se convierte en marrón oscuro con la edad.
Los cocodrilos tienen los ojos, orejas y nariz en el mismo plano en lo más alto de la cabeza para poder oír, escuchar y ver sin necesidad de sacar el resto del cuerpo del agua.
Como otros animales, los cocodrilos tienen un tercer párpado, llamado membrana nictitante, que hace que puedan tener los ojos abiertos sin que nada le dañe el ojo incluso estando bajo el agua.
Dependiendo del grado de hibridación los cocodrilos presentan más o menos características de cada una de las especies.
Al ser animales ectotermos, deberán controlar la temperatura mediante su exposición al sol ya que no pueden controlar el calor metabólicamente. Por lo general por la mañana que están más fríos y no se pueden mover bien, y después de comer, se tumban a tomar el sol para aumentar su metabolismo.
Se piensa que antiguamente, al ser los únicos depredadores carnívoros de la isla sin competencia con carnívoros mamíferos, se habrían convertido en los grandes depredadores, lo que haría que fueran muy inteligentes y que incluso cazaran en grupos como los leones. Actualmente se ha visto también casos de cooperación durante la caza y al alimentarse, y tienen una jerarquía de acuerdo con el sexo, el tamaño y su fuerza.
Se alimenta de peces, aves y pequeños mamíferos de muchas especies, particularmente la jutía ( Capromys spp) y la tortuga de las Antillas o Jicotea Cubana (Trachemys decusata). Los juveniles se alimentan de artrópodos y peces pequeños. Los dientes de la parte trasera de la boca son más amplios que los frontales, una adaptación para aplastar a las tortugas que forman parte de su dieta. Se piensa por restos encontrados que históricamente se alimentaban de perezosos gigantes terrestres.
Cada macho tratará de reunir para si la mayor cantidad de hembras y con mucha frecuencia combatirán entre ellos por la posesión de éstas. Los combates son realmente impresionantes: primero, los rivales se amenazan con rugidos, mueven rápidamente la cabeza golpeando con fuerza la superficie del agua y, cerrando bruscamente las fauces, chocan los dientes emitiendo un sonido similar al de un hachazo sobre un tronco hueco. Después se acometen, se agarran por las fauces, giran y se sacuden levantando raudales de agua, hasta que finalmente uno de ellos se retira, vencido y, a veces, mal herido.
Las hembras dependiendo de la disponibilidad de materiales forman un montículo de arena a modo de nido o construyen uno en un hueco, siempre al comienzo de la temporada de lluvias (entre mayo y junio), donde ponen entre 20 y 60 huevos. La razón de que pongan tantos huevos es que el 99% de las crías no sobreviven, principalmente debido a la depredación de los huevos o de las crías por parte de mamíferos, reptiles y aves. También se han dado algunos casos de que ejemplares adultos se coman pequeños, pero no es normal.
Algunos nidos pueden alcanzar más de 1 metro de alto y 2 de ancho en su base. Esto lo hacen para mantenerlos a salvo de inundaciones. Las hojas, ramas y turba contenidas en el nido proporciona el calor necesario para la incubación de los huevos
Los huevos tienen entre 5 y 7,5 cm y eclosionan a los 58 o 70 días desde que son puestos. Como ocurre en otros animales de sangre fría como las tortugas (véase el ejemplo: de la Tortuga Gigante de la Isla Pinta o Solitario Jorge (Geochelone nigra abingdoni)), el sexo de los cocodrilos dependerá de la temperatura a la que hayan sido incubados. Serán machos cuando tengan temperatura entre 30 y 32 º C y hembras cuando las temperaturas estén por encima o debajo de esta.
Algo que caracteriza a todos los cocodrilos y que resulta muy marcado en el cocodrilo cubano es el cuidado que brindan a sus nidos y a sus crías. Durante todo el tiempo que dure la incubación, la hembra permanecerá muy cerca de su nido y se abalanzará ferozmente contra toda persona a animal que se acerque a este. Llegado el momento de su nacimiento, las crías, que en ese momento miden de 25 a 29 cent?metros de longitud, abren un agujero al cascarón del huevo, con un pequeño pico duro que tienen en la punta del hocico, y que poco después desaparece; por el agujero sacan la puntica de las fauces y comienzan a llamar con sonoros graznidos, parecidos a los que emiten los patos. Al llamado de sus crías, la madre se apresura a destapar la cámara de incubación del nido, toma los huevos entre sus fauces y delicadamente los rompe para facilitar la salida de sus hijitos; después los toma en su boca y los lleva al agua, donde reciben su primer baño. Durante meses la cocodrila escoltará a sus crías y las defenderá.
Viven más de 70 años.
Son útiles no sólo por el valor económico de su piel, sino también porque participan en los procesos naturales que perpetúan la vida en las ciénagas, ríos y pantanos donde habitan: los cocodrilos pequeñitos le sirven de alimento a grandes peces como el sábalo y a aves acuáticas como las garzas y los rabihorcados; a su vez, ellos se alimentan de insectos, peces, tortugas, cangrejos y aves.
HÁBITAT Y ÁREA GEOGRÁFICA:
No tiene una amplia distribución histórica, si no que siempre ha estado restringido a Cuba, y actualmente se le
encuentra en dos áreas relativamente pequeñas de Cuba.
Es un cocodrilo de un tamaño mediano que se encuentra en agua dulce en pantanos y otras zonas inundadas, aunque puede tolerar aguas algo salinas.
Su principal distribución está en la Ciénaga de Zapata donde ocupa un área de 360 km2. En el Parque Nacional de la Ciénaga de Lanier situada en la isla de la Juventud, Cuba,está presente en un área de tan solo 35 km2.
En febrero de este año se han visto cocodrilos cubanos en ríos del sur de Sancti Spiritus, Cuba, donde se consideraba extinguido desde hace dos décadas. María Elvira Dávila, directora territorial de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, confirmó a Prensa Latina que los animales fueron vistos en el río Guaurabo, en Trinidad, y en la zona de Tunas de Zaza.
Su distribución histórica también incluía las islas Caimán y las Bahamas, seguramente donde fue introducido y de donde ha desaparecido.
AMENAZAS:
Ninguna de las amenazas a estos cocodrilos han sido resueltas, y eso que la población ha disminuido en un 80 % en las últimas tres generaciones debido a la pérdida de calidad de su hábitat, a la explotación y a los efectos de la hibridación.
CAZA:
En los años 50 comenzó la caza por la piel y la carne, y se incrementó sustancialmente desde los 90 y hasta la actualidad principalmente para vender su carne a los restaurantes para turistas y para su consumo por parte de los consumidores locales. Esta caza ha diezmado fuertemente a sus poblaciones.
La piel se utiliza para bolsos, botas, carteras, maletines y curiosidades
HÍBRIDOS:
La hibridación se da en Cuba con el Cocodrilo americano (Crocodylus acutus) y aunque se conoce desde hace tiempo no está bien estudiada. Recientes estudios genéticos indican que los ejemplares híbridos están muy extendidos entre los animales libres, e incluso entre los animales de las ciénagas ya mencionadas. El mayor problema de que haya híbridos es que estos son fértiles y pueden tener crías, por lo que va disminuyendo la pureza de la especie.
COMPETENCIA:
Tiene que competir por lo recursos (alimentación, territorio...) con una subespecie del caimán de anteojos (Caiman crocodilus fuscus) y con las especies con las que se hibrida.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN:
Está en el Apéndice I del CITES (control del comercio de especies amenazadas de fauna y flora).
Hay también medidas de conservación directas, incluyendo la cría en cautividad, las reintroducciones de ejemplares y las áreas protegidas. Sin embargo la caza ilegal sigue siendo un problema presente, por lo que son necesarias más medidas más protectoras para acabar con el problema, ya que no se trata de prohibir su consumo, si no de proteger a una especie en peligro crítico.
Debido a que se cazaban muchos cocodrilos, entre 1959 y 1960 varios cientos de cocodrilos fueron recogidos con el objetivo de criarlos en cautividad para conservar a la especie y para su uso comercial. Para tal fin la mayor granja se ubicó en la Laguna del Tesoro dentro de la Ciénaga de Zapata con alrededor de 1500 adultos para criar. Esta es una de las dos zonas donde ahora hay cocodrilos. El problema es que introdujeron indiscriminadamente cocodrilos cubanos y americanos, y se hibridaron los ejemplares; en 1976 se intentaron separar, aunque no se ha conseguido del todo y la hibridación sigue siendo una gran preocupación, en cautividad y el libertad.
En 1986 inició sus operaciones la granja de Cayo Potero, en la lsla de la Juventud, desde donde se han soltado en la Ciénaga de Lanier más de 600 cocodrilos cubanos en un esfuerzo por recuperar esa importante población. Actualmente se ven los frutos de ese esfuerzo, pues los ejemplares liberados se están estableciendo en ese territorio y hasta se reproducen exitosamente.
La granja de la Laguna del Tesoro se legalizó para el comercio en 1994, cuando la CITES les dio el permiso. Esta es una forma de prevenir en parte la matanza de animales libres, ya que estas granjas proveen de ejemplares para la alimentación y la producción de objetos con piel de cocodrilo, y se obtienen ejemplares que podrán ser reintroducidos al medio. Es una forma de intentar mantener conciliados los intereses comerciales y los intereses ecológicos, ya que de otra manera tal vez ya se hubieran extinguido.
La Ciénaga de Zapata, el mayor humedal del Caribe, acoge desde el 2007 un proyecto encaminado a la preservación del cocodrilo cubano. El programa, en el que colaboran especialistas de varios centros de investigación de la isla, tiene como objetivo salvaguardar la pureza genética de la especie, amenazada por el cruzamiento con el llamado caimán americano.
En Sancti Spiritus ya se trabaja en el manejo especializado para preservar el habitat e incentivar el desarrollo en vida natural de la especie que por más de 20 años había desaparecido de la zona. Además se estudia la creación de una cocodrilera con diversos estanques, para instalar unas 300 hembras que llegarían de los centros de cría.
En 1985, 107 cocodrilos de Cuba fueron enviados como un regalo de Cuba al Gobierno de Vietnam. Fueron distribuidos a varias organizaciones gubernamentales (parques zoológicos y departamentos forestales) en todo el país. En 1994, aproximadamente la mitad de los cocodrilos habían muerto. Además muchos ejemplares se hibridaron con el cocodrilo siamés (Cocrodylus siamensis), por lo que se han intentado separar para proteger y criar en cautividad a los no hibridos. En Estados Unidos también hay 54 cocodrilos cubanos para la cría en cautividad.
Medidas de conservación de alta prioridad:
1_ Protección de las poblaciones salvajes en la Ciénaga de Zapata.
2_ Establecer poblaciones salvajes alternativas ya que las existentes están en pocas zonas.
3_ Conocer la situación de los cocodrilos cubanos en la Isla Juventud.
Medidas de conservación de prioridad moderada:
Ver las interacciones entre los cocodrilos cubanos y los caimanes introducidos en la Ciénaga de Lanier, ya que parecen haber tenido consecuencias negativas para los cocodrilos.
Monitorear las poblaciones para conocer la tendencia de la población
Coordinar los programas de cría en cautividad de Cuba, Estados Unidos y Vietnam, teniendo en cuenta los riesgos de la hibridación y asegurando la diversidad genética de los ejemplares cautivos.
TAXONOMÍA:
Reino: ANIMALIA
Filo: CHORDATA
Clase: REPTILIA
Orden: CROCODYLIA
Familia: CROCODYLIDA
Nombre científico del cocodrilo cubano: Crocodylus rhombifer.
Autor de la especie: Cuvier, 1807
Nombre común: Cocodrilo cubano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario